En esta sección se recogen algunos de los escritos más significativos que se han incluido a lo largo de años en las publicaciones de la Semana Santa de Alicante dedicados a alguna de nuestras Imágenes.
DOLOROSA
Cuando murió Jesús, paró la fuente
su lírico murmullo:
la rosa y el clavel, amargamente,
cerraron su capullo.
La montaña y el valle transformaron
sus perspectivas bellas;
y en el cielo plomizo se apagaron
el sol y las estrellas.
Calló el limpio rabel en la majada;
vibró el rayo iracundo,
y quedó en tu semblante retratada
la amargura del mundo.
Monjil traje enlutado
desde entonces llevan las golondrinas;
y en la faz de Jesús aún no han cesado
de cortar las espinas.
Como guarda los clavos del madero
la pasionaria triste,
vive en ti prisionero
el humano dolor que recogiste
del cielo oscuro y del paisaje austero.
El dolor y el sufrir santificaste
¡oh, Madre de Jesús maravillosa!
Desde que tú lloraste
la perla es luz y lágrima la rosa.
Juan Sansano
Revista Via Crucis nº 1 Abril 1943
POEMA AL CRISTO DEL MAR
La luna cabalga en ondas
dibujando en el agua su reflejo
sobre olas que son andas
clarines el crujir de los veleros.
Un viejo bajel que zarpa
desde el espigón del puerto
en este atardecer de plata
viene a ser tu cirineo.
Oraciones de agua clara,
salitre en vez de incienso.
Cruje la voz arbolada:
Vámonos con Él al cielo.
Y en esa chicotá de agua
rema a tu lado un verso;
verso que suelta amarras
para partir a tu encuentro.
Para llevarte en volandas,
olas que son costaleros;
y las velas de las barcas
capirotes nazarenos.
Jesús surca la calma,
los brazos en cruz abiertos,
clavado abrazo de almas;
Santo Cristo marinero.
La dársena tiende estelas
a tus pies al leño presos.
Un manto de luna blanca
desde el horizonte al puerto.
Y una saeta entonada
en la garganta del viento
va meciendo tu balandra;
va de costero a costero.
Cristo del Mar, ya arribas
conteniendo en el madero
el último aliento de vida;
de amor, el último aliento.
Fernando Candela Martínz
Capataz Paso de Palio
Alicante, 2006